
En un acto casi involuntario y habitual en nuestros engranajes sociales que, cada individuo, se vea a sí mismo como más inteligente, más espabilado, más popular o simplemente superior en otros y distintos campos que los otros miembros de un grupo de amigos en el que este forma parte.
Algo que ha venido analizándose desde el campo de la medicina neurológica a través de distintos campos y que parecían asumidos con toda normalidad ateniéndose a una serie de reacciones químicas producidas en nuestro cerebro que, si bien se podía ayudar a controlar, se producían de manera espontánea.
Pues bien, algo parecido pero en sentido inverso, o al menos radicalmente distinto, es lo que se ha percibido empieza a ocurrir con las nuevas relaciones sociales surgidas en las principales redes sociales de internet siendo los principales perfiles escogidos para seguir aquellos que cuentan con más seguidores y que son, de alguna manera y en diferentes campos, voces autorizadas y líderes de opinión con una reputación manifiestamente asumida superior a los que el usuario que decide seguirlos.
Una nueva realidad que se explica con claridad viendo el funcionamiento jerárquico que se produce en el funcionamiento mismo las RR SS, creadas para funcionar en muchos casos de arriba a abajo y generando en multitud de ocasiones emisores y receptores de información sin que estos papeles se inviertan nunca o casi nunca.
Así lo ponen en relieve los datos manifestados en la investigación realizada por Maghmeh Momeni Taramsari, en la Universidad McGill y que ya han empezado a publicarse por la publicación PLoS One en la que se recalca que “la jerarquía social de las conexiones y de las personas se hace hacia arriba o bien a través de ellas y, en muy pocas ocasiones, se produce hacia abajo”.
¿Qué es la Paradoja generalizada de la amistad?
Una particularidad a la que se le agrega una curiosidad como es que los amigos de los usuarios tienen más seguidores que esa persona en cuestión de media, además de ser estos mucho más activos e influyentes de lo que lo son la inmensa mayoría de usuarios, lo que el autor define como ‘Paradoja generalizada de la amistad’.
Lejos de convertirse en un fenómeno mayoritario pero cuyo porcentaje tampoco viene a revelar un concepto de calado, según este informe nueve da cada diez usuarios se ve afectado por esta ‘Paradoja generalizada de la amistad‘, estando también en este grupo aquellos usuarios analizados que registraban un mayor índice de actividad y que contaban con un mayor número de seguidores, tras analizar la friolera de dos cientos millones de tuits.
En cuanto a las causas que han llevado a generar esta nueva relación humana surgida en plena era de la información y la comunicación en su faceta digital, la ‘Paradoja generalizada de la amistad’ se produce como consecuencia de que los usuarios de las redes sociales, independientemente de cuáles sean sus perfiles y para qué usen estas RR SS, tienen a seguir a cada vez más cuentas relacionadas con sus campos profesionales, sus gustos personales que se revelan a su vez como más activas y con más seguidores, multiplicándose de esta forma la actividad y el seguimiento de los usuarios más activos en estos engranajes sociales.
Además, en cuanto a otros tipos de perfiles, cada vez se están registrando más usuarios diarios de redes sociales cuya actividad se produce muy de tanto en cuanto, convirtiéndose en meros espectadores de la actualidad o de las actualizaciones en las vidas o mensajes de aquellos perfiles que siguen poniendo el tela de juicio la pertinencia del adjetivo de ‘usuarios activos’ que hemos venido usando hasta la fecha para catalogar a aquellos usuarios que hacen un uso constante de algún servicio.
En el capítulo de conclusiones, si bien todavía quedan más campos por analizar por este estudio y por lo tanto que vean la luz, se pone de relieve que las redes sociales no se limitan solo a pequeños grupos de personas con una alta popularidad y un gran número de seguidores, o a particulares que sólo cuentan un reducido número de seguidores, sino que se trata de una jerarquía a escala que se multiplica.
Dicho de otra manera, se ha podido constatar que quienes tienen millones de seguidores siguen a millones de usuarios, que quienes cuentan con miles de seguidores siguen a usarios con miles de seguidores y con millones de estos,y que aquellos con pocos seguidores siguen a usuarios con pocos, con miles y con milones de seguidores, y así sucesivamente creando esta jerarquía de la que habla Michael Rabat, autor principal de este estudio.
Sea como fuere, la investigación científica viene a certificarnos que, en nuestro uso diario de las redes sociales, todos deseamos ser amigos de aquellos usuarios que son más populares, que son más activos, y que cuentan con millones de seguidores.
Como ven, la medicina, la informática, la psicología y la sociología son algunos de los campos que cada vez en mayor medida se van interesando por los nuevos hábitos y tendencias de las personas tras la aparición de nuevas formas de comunicación y ocio y que están cambiando algunos de los paradigmas que hasta ahora se consideraban asentados y indestructibles.
Tal y como les hemos venido repitiendo, el estudio del profesor de Michael Rabat todavía no ha concluido, por lo que iremos informándoles en relación a las nuevas conclusiones que se desprendan de sus investigaciones.
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