
La cirugía estética está cada vez más asentada en nuestra sociedad. Tanto es así que, cada año, aumenta el número de personas que deciden someterse a un retoque, tal y como revelan los datos revelados por la organización IMCAS que hablan de un crecimiento exponencial de todo el sector a nivel mundial.
Concretamente, este nicho experimentó un incremento del 8% en 2018, el último año del que se tiene datos totales, respecto al curso anterior, alcanzando los 8.600 millones de euros, como se apuntó en un Congreso mundial de la profesión en el que los profesionales aprovecharon para sacar músculo ante el mundo.
Meeting en el que supimos que son los ciudadanos de Estados Unidos, Brasil, Japón, Italia y México, los que más se operan, concentrando cuatro de cada diez intervenciones, si bien es Turquía el país que más está creciendo en número de centros especializados, cirujanos expertos en las distintas ramas de cirugía plástica y estética y, en definitiva, en número de pacientes.
Centros, los turcos, cuyo reconocimiento no deja de ir a más y en los que, por encima de otras intervenciones, se realizan operaciones de rinoplastia, lifting, aumento de glúteos y senos, amén de los trasplantes capilares. La razón por la que estos retoques copan las primeras posiciones parecen de lo más potentes: la mejora en las técnicas quirúrgicas a la hora de conseguir mejores resultados en menos tiempo, con postoperatorios más breves y con menos cicatrices que nunca; los precios cada vez más económicos de las operaciones gracias a la eficiencia tecnológica, la competencia y las subvenciones estatales y el aumento en la importancia del aspecto físico a nivel social.
El negocio de la cirugía estética no deja de crecer año tras año
A nivel global el volumen de negocio está ya a punto de duplicarse en el período que va desde 2014 hasta la fecha, en comparación con el mismo período anterior, lo que habla bien a las claras de lo próspero que resulta un sector en el que, además de las intervenciones propiamente dichas, se contabilizan las adquisiciones de equipos médicos, productos sanitarios, fármacos o implantes, entre otros puntos.
En palabras del presidente de la Sociedad internacional de cirugía plástica (ISAPS), Renato Saltz, “la demanda de cirugía estética (United Kingdom) es mayor que nunca”. Una afirmación que respalda con datos como los que apuntan a los más de 23 millones de operaciones en un solo año.
Cifras que, según todos los expertos, no tardarán en quedarse caducas. Y es que el crecimiento que se barrunta en los cursos 2020 y 2021 esperan sirva para superar los 25 millones de intervenciones de estética en todo el planeta. Algo que, viendo al ritmo que crece el sector, parece bastante realista.
La presencia de gobernantes que apoyan decididamente el turismo sanitario como Turquía o México, sabedores del potencial de este, auguran un futuro a medio y largo plazo de lo más próspero para el sector de la cirugía plástica y estética. Tras no pocos años sembrando mucho y bien parece que empiezan a recoger los frutos de todo ese trabajo.
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