Cómo vestirse para hacer negocios

Cada vez hay más estudios que confirman la importancia de vestir bien a la hora de cerrar buenos negocios. Un último estudio publicado por el profesor Michael W. Kraus de la Yale School of Management ha revelado que los hombres mejor vestidos conseguían beneficios mucho mayores que aquellos que no lo hacían. Vamos a ver cuáles son, pues, los patrones aconsejados por los expertos para empezar con las mejores cartas de salida en cualquier negociación.

Cómo vestir para negociar

Viste bien, pero no te pases de formal

Lo primero que nos recuerdan los expertos es que vestir bien no siempre significa ir de traje, chaqueta y corbata, ya que no siempre vamos a negociar en el mismo medio. Y es que existe la posibilidad de que, en determinados contextos o situaciones, ir de punto en blanco pueda resultar tan contraproducente como incorrecto.

La vestimenta ideal

A la hora de escoger la vestimenta ideal debemos tener en cuenta tres puntos: El primero la empresa para la que trabajamos, el segundo con qué personas nos vamos a ver. El tercero la circunstancias de cada reunión, ya que no es igual una reunión formal que informal, ni tampoco una comida que una cena de negocios.

Otro aspecto a tener muy en cuenta es el código de vestimenta de la empresa, ya que a menudo estamos conminados a vestir tal y como nos marcan las pautas de imagen de la compañía a la que representamos. Es ahora cuando sale a colación el concepto de corrección más que de buen vestir.

También es importante cuidar los complementos. Lo que significa no solo que estos cuadren en los tonos con la vestimenta, sino que no se les pueda echar ni de más ni de menos, dependiendo de las circunstancias que envuelvan a la reunión.

Huelga decir que si una higiene mejorable, un mínimo porte y una falta de comunicación verbal o corporal a la altura del puesto de ejecutivo que se desempeña nada de lo anterior servirá de nada.

No es estar guapo

Uno de los factores sobre los que más inciden los expertos en imagen coporativa es en la diferencia entre tener una imagen adecuada y lucir guapo o guapa. Lo que buscamos debe ser lo primero y nunca lo segundo, ya que de lo que se trata de es transmitir una imagen determinada que va más allá de las palabras o no de lucirse.

Tampoco es baladí todo lo relacionado con la combinación de colores en función de las situaciones a las que nos enfrentemos. Por ejemplo, en una negociación de vital importancia es recomendable vestir con tonos azules y blancos evitando otros como los rojos porque mientras los primeros transmiten confianza los segundos denotan agresividad y dominación.

En el caso de las entrevistas de trabajo que tanto nos habéis preguntado, lo recomendable es estudiar la forma en la que visten los empleados de la compañía, la filosofía de la empresa y vestir acorde a estos puntos. Mucho cuidado con pasarse con las formalidades ya que si nos pasamos de formales esto puede resultar un punto negativo para nuestra valoración.

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