Adaptar los negocios tradicionales a las nuevas tecnologías

La llegada de internet, cada vez más extendida entre los países occidentales y aquellos que están en vías de desarrollo, ha cambiado por completo nuestra forma de ver y entender el mundo modificando ámbitos de nuestras vidas que parecían reservados al mundo offline hasta hace cuatro días.

De esta forma, actos tan cotidianos como encender la radio, programar el despertador, comprar el periódico, o ver una película están desplazando sus habituales centros de negocio a la red de redes, donde parece que los internautas, que no son otra cosa que ciudadanos, han perdido el miedo debido en parte gracias a las mejoras constantes en los sistemas de seguridad en los pagos y las distintas vías existentes para comprar o adquirir productos o servicios.

Y es que estos actos y muchos relacionados con los que hemos descrito en el anterior párrafo no son, ni mucho menos, los únicos que siguen viviendo continuas transformaciones obligando es los sectores implicados a tomar cartas en el asunto y a ponerse al día en lo que a nuevos modelos de negocio online se refiere.

Tal y como demuestran los últimos datos al respecto, este cada vez menor grado de miedo al fraude en las compras por internet ha llevado a millones de personas en todo el mundo a adquirir ropa, complementos, electrodomésticos, o a hacer la compra, también a través de las distintas plataformas online que han decidido estructurar, o bien comercios tradicionales, o bien otros nativos en esta sociedad 2.0 operando únicamente a través de la red.

Es el primer grupo de estos dos el que vamos a tratar de desarrollar en este post analizando cuáles son los pasos a seguir para conseguir una adaptación total de los negocios tradicionales a las nuevas tecnologías y cómo lo han llevado a cabo algunos de los casos de éxito más sonados.

Lejos de desplazar toda la actividad desde un punto de venta físico a internet, a través de lo que hoy conocemos como comercio electrónico o ecommerce, los expertos aseguran que es el equilibrio entre las vías tradicionales de comercio y las nuevas digitales donde se encuentran los casos de mayor éxito en la actualidad.

Así pues, se puede decir que aquellos modelos de negocio en los que existe un contacto directo y físico con los clientes y los potenciales compradores, que además gozan de un sistema de comercio electrónico bien estructurado y muy trabajo, los que mejores resultados están obteniendo en estos momentos.

Pasos para convertir nuestro negocio tradicional en uno online

Es evidente pues que el primer paso que un negocio tradicional debe dar para introducirse en el mundo del ecommerce es el de adquirir un dominio que debe ser igual o relacionado al nombre de su establecimiento físico y empezar a construir una página web.

Ya sea para vender productos o servicios o simplemente para hacernos notar, haciendo buena la frase aquella de que “si hoy no estás en internet no existes”, este paso es absolutamente obligatorio para todo tipo de comercio, independientemente del tamaño, el sector, o la ambición que este demuestre.

Una vez tenemos claro si deseamos utilizar este avatar para realizar ventas, es el momento de contar con especialistas en la creación de páginas web dedicadas al ecommerce que estructuren un diseño atractivo, sencillo y de fácil manejo que provoque que los visitantes, que han entrado a nuestra web ya atraídos por algo, realicen compras allí.

Para ello será necesario tirar de imágenes, descripción de productos y precios, organizados en distintas páginas y cuya nevegación incite a buscar más allá de lo que tenemos delante, a volver, y a encontrar información con material audiovisual completa que les lleve a no recurrir a la competencia en su futura compra.

Cabe destacar antes de salir de este punto que, para poder contar con un buen servicio de ecommerce necesitamos crear un buen trabajo de atención al cliente y elegir con qué empresa de envío queremos trabajar para poder enviar nuestros productos a cualquier parte del mundo.

cambio digital

Aunque muchos de los empresarios así lo crean, una vez tengamos una página web completa y perfectamente dispuesta para poder operar como ecommerce, el trabajo no acaba aquí, ya que si algo ha demostrado la experiencia en los años en los que lleva este en funcionamiento, es que sin una estrategia de marketing, por pequeña que sea, es muy complicado llegar a esa nueva audiencia global a la que nos enfrentamos, como también lo es, por otro lado, nuestra nueva competencia.

En este capítulo recordamos la importancia de crear perfiles en las distintas redes sociales en las que trataremos de ‘hacer familia’ con nuestros clientes de siempre y también captación de otros nuevos anunciándonos a través de promociones u ofertas, o de las distintas plataformas de anuncios en las RR SS como Twitter Ads o Facebook Ads y que dirigiremos a nuestro target.

En definitiva, y antes de dar ningún paso en falso, es capital echar un vistazo a qué hace y cómo lo hace la competencia que está mejor posicionada que nosotros y a la que aspiramos, aunque sea en un grado algo inferior de éxito, parecernos.

De esta forma, tomando como ejemplo a seguir otros modelos de éxito de nuestro sector, minimizaremos pérdidas, ahorraremos tiempo y nos encaminaremos a la transformación final de nuestro negocio tradicional en un negocio adaptado al siglo XXi. Dos formas de negocio que no están reñidas y que se antojan tan complementarias como necesarias en cualquier plan de empresa de futuro a corto, medio y largo plazo.

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